¡Ciao Raffaella! Muere el ícono pop de una generación

¡Nos deja a la edad de 78 años Raffaella Maria Roberta Pelloni, para todos Raffaella Carrà. La reina de la tele!
La verdad pensábamos que Raffaella Carrà no era de este mundo, que era una highlander, un ser inmortal. Un ser mágico que, cuando éramos niños, aparecía puntualmente en esa entrometida caja luminosa para tomarnos de la mano y llevarnos a un mundo de alegría y belleza, donde los problemas del día a día eran, por unas horas por lo menos, solo un recuerdo lejano…Confieso que cuando era adolescente, me atraían más los rebeldes. Solo unos años más tarde, me di cuenta que la grandeza de Raffaella, residía justo en eso: haber creado un personaje perfecto para su época. Había trabajado, en silencio y con infinita gracia, en su pequeña y personal revolución, para mover aquel ejército interminable de fans hacia un mundo más tolerante y abierto.

Despachó la libertad de amar y ser uno mismo en años difíciles

Fue, de alguna forma y sin saberlo, el eslabón imprescindible entre las peticiones de las nuevas generaciones, surgidas después del ’68, y aquella clase conservadora, fanática y lunática que todavía poblaba Italia. Clase conservadora que se sentaba a ver el programa televisivo cada sábado por la noche y babear por ella.

Despachó la libertad de amar y de ser uno mismo en años difíciles. Canciones como “Tuca Tuca”, “Rumore”, “A far l’amore comincia tu”, “Tanti Auguri”, sin duda fueron el “manifesto” de varias generaciones. Gracias a su valor, a su energía y a su forma de pensar, fue entre otras cosas, un ícono indiscutible de la comunidad LGBT. Siempre la defendió y ellos, siempre la tomaron como un modelo a seguir. 

“Raffaella no era una mujer. Era un estilo de vida.”

Una belleza deslumbrante exhibida con conciencia y orgullo, un talento único tan excepcional que ella misma hacía parecer natural. Y sin embargo, inimitable. Nunca una palabra demás, ni una de menos. Para todo el mundo del entretenimiento, era una referencia, era “la” referencia. Presentadora, bailarina, cantante, Raffaella Carrà había incursionado también en el cine. A pesar de no haberse afirmado como actriz, también en este mundo dejó huella. Recordamos la veneración que le tenía Pedro Almodóvar, por ejemplo. Según el famoso director español “Raffaella no era una mujer. Era un estilo de vida”.

O la película ganadora del Oscar de Gabriele Salvatores, “Puerto Escondido”, con la famosa escena en la cual el personaje interpretado por Diego Abatantuono dispara a la tele mientras se estaba proyectando a Raffaella Carrà. El personaje dispara con la intención de demostrarle a los guardias que sí es capaz de usar su pistola. Quien está en la celda, asustado le pregunta: ”¿Qué sucedió?, ¿a quién le disparaste?” y confiesa ”ho sparato alla Carrà”.

Hablando de películas italianas premiadas al Oscar

Como no recordar “La Grande Bellezza” de Paolo Sorrentino. El íncipit de la película, con la escena de una fiesta en Roma donde todos bailan el remix de Bob Sinclair de “A far l’amore” de Raffaella, ya es un clásico de la historia del cine. Todo eso para confirmar, por si fuera necesario, el gran peso que tiene en toda la sociedad, no sólo italiana, sino también española y latina en general.

No existe otra Raffaella…

No existe otra Raffaella Carrà y no creo que exista nunca jamás. Recordaré su encanto, su educación, pero sobre todo, su risa contagiosa. Se va la artista popular más grande de nuestra, y otras, generaciones. Con ella, una época en la cual era más fácil reír y, quizás, más sencillo vivir.

Foto de portada: Wikipedia Commons.