Nuestra viajera, quería conocer lo más posible Italia, así que, la pareja dejó Turín para seguir en su viaje a la Toscana, para visitar en particular, Florencia. El viaje fue muy cómodo y la mexicana pudo disfrutar de los encantadores paisajes que ofrecen los cerros de la Toscana. Decidieron hacer una parada en un restaurante para desayunar. Aquí probó la típica “schiacciata toscana”, un pan muy delgadito y crujiente. Para acompañar, tomaron un “capuccino”, el clásico italiano para el desayuno. Se trata de leche muy espumosa por la inmisión de vapor y juntado a una taza grande donde ya está el expreso. Seguramente el resultado fue muy diferente de lo que la mexicana conocía como capuchino. Finalmente, se dirigieron al centro de Florencia.
Llegaron a Florencia
Habían reservado una habitación en un hotel cerca de la histórica estación del tren “Santa Maria Novella”. De hecho muy cerca del maravilloso centro histórico de la ciudad. Rápidamente, dejaron sus cosas y listos para conocer Florencia. El camino era muy breve y él, le explicó la importancia histórica de Florencia. De hecho en el periodo del renacimiento, la ciudad del Arno bajo el gobierno de los Medici y de los Lorena, dio a nivel artístico y cultural, así como comercial y económico y no por menos a nivel político un fuerte impulso al resurgimiento italiano. Fue primero la capital del reino de Toscana y finalmente, fue proclamada capital de Italia en el año 1865 hasta el año 1871. En 1982, la UNESCO la declaró patrimonio de la humanidad.
La importancia de Florencia para la lengua italiana
Sin duda, la lengua italiana nació en Florencia, ya que se trata de una trasformación del dialecto que se hablaba entre la aristocracia de la ciudad. A diferencia de otro idiomas de Europa, el italiano nació y se difundió rápidamente en Italia como expresión de la afirmación de una cultura. Sin tener a sus espaldas un poder político-militar. Sin embargo, Dante Alighieri con sus escritos “Vita Nova” y “De Vulgari Eloquencia” en el año 1300 hablaba de una unión de Italia. Seguramente la “Divina Commedia”, escrita en esta lengua del Poeta, incrementó la difusión de este idioma en toda la península. De hecho, en el año 1314, Dante presentó “El Infierno”, la primera parte de su obra maestra, mientras que el año después, terminó de escribir y publicó “El Purgatorio”. Después de su muerte, los hijos dieron a conocer su ultima parte “El Paraíso”.
Plaza de la “Signoria y el Palacio Viejo”
Llegaron a la plaza de la “Signoria” y la mexicana quedó sorprendida de la visión impactante que ofrece esta joya. Nunca había mirado tanto arte junto, sin duda, era un verdadero museo al aire libre. Además del Palacio Viejo se pueden encontrar muchísimas obras de arte. Su forma en L, la conecta con el puente viejo de un lado y del otro, la conecta a la plaza de la iglesia “Santa Maria de Fiore”, conocida como el “Duomo”. Esta plaza, es el centro civil y social de Florencia. El centro de la plaza, está ocupado por el Palacio Viejo. Frente al edificio, se encuentran tres esculturas. La primera, la Fuente de Nettuno, en medio, nuestra viajera reconoció el original David que conocía ya, porque había visto una copia en su ciudad natal y a la derecha, la escultura de Hércules y Caco.
La “Loggia della Signoria”
La mexicana, se sintió atraída por un monumento que se encuentra a la derecha del Palacio Viejo y a lado de la exposición de los “Uffici”. La “Loggia de la Signoria”, fue construida en estilo gótico, pero con influencia de estilo renacentista, debido a la presencia de muchos arcos. Inicialmente, fue construido para reuniones públicas,pero en el año de 1500, lo destinaron como museo al aire libre. La escultura más importante, es el “Perseo de Cellini”, estatua en bronce, de tres metros de alto, que representa a Perseo que en su mano tiene la cabeza decapitada de Medusa. Otras esculturas que resaltan, son los leones, uno de época romana y otro del 1600, que protegen la entrada. Entre las otras joyas, se destaca “El Rato de las Sabinas”, también de origen romano. En total son 14 las obras de arte que se localizan en esta logia.
Visita al Duomo
Salieron de Plaza de la Señoría y a la mexicana se le antojó un helado italiano. Se quedó asombrada al ver el tamaño del cono y mucho más, del sabor de la crema natural. Ambos disfrutando sus helados, llegaron al “Duomo”, mientras él se adelantaba explicando sobre la iglesia más importante de Florencia. La imponente catedral, es la tercera más grande de Europa, solo después de ”San Pedro” en Roma y el “Duomo de Milán”. La construcción de la estructura, se empezó en 1296 y se terminó en 1436 con la edificación del gigantesco duomo, por parte del Brunelleschi. Mientras, en su interior existe la superficie más grande del mundo en murales (3600 metros cuadrados), pintados por Vasari y Zuccari entre los años 1552 y 1557. Finalmente, en 1882 se terminó la fachada en mármol que determinó la maravilla que hoy podemos apreciar.
El puente viejo
Al día siguiente, fueron a visitar el puente viejo, uno de los símbolos de Florencia y unos de los puentes más conocidos en el mundo. Cerrado hace años al tráfico vehicular, se ha convertido en un paseo para los numerosos turistas y un verdadero centro comercial. Muy típico de este puente, es la presencia de varios artistas que dibujan retratos y paisajes, así como tocan y cantan por la calle. Nuestra mexicana, inevitablemente se sintió atraída por los numerosos orfebres que están al lado de la calle. La joyería florentina, es apreciada y admirada en todo el mundo.
La última noche en Florencia
La viajera, también quiso conocer Florencia de noche, así que, dedicaron la última noche para visitar la ciudad. Para empezar, fueron a cenar a un restaurante. Comieron el plato típico de la ciudad, el más conocido y también, el más sabroso, que sin duda, es “La Fiorentina”. Una chuleta gigantesca con hueso, medianamente con un grosor de 5 centímetros cocinada a la plancha con sabores locales. Una verdadera delicia, la carne queda muy suave y el sabor es exquisito. La mexicana se llenó solo a verla, pero ayudándose con el exquisito vino local, pudo comerla. Después de esta cena, necesitaban un paseo muy largo. Caminaron por horas platicando de lo que vieron y de lo que faltaba por ver. Los días en Florencia se acabaron, así que ya se preparaban para su próxima aventura. Síguenos para saber a donde nos lleva la mexicana.
¡Qué linda nota!
concur
gracias