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ENTREVISTAS PERSONAJES

Paolo Pagliai: Los derechos de un poeta equivocado

Paolo Pagliai - Paolo Pagliai

Todavía se necesita pan y valor, porque este mundo no ha cambiado”, canta Fossati mientras espero a mi entrevistado. Paolo Pagliai es una persona única en el contexto de la comunidad italiana en México. Una vida en trinchera, en su eterna pelea en favor de derechos humanos, justicia y coherencia. Todavía se necesita pan y valor… todavía se necesita gente como Paolo. Poeta, escritor, intelectual, académico, una referencia imprescindible. De aquellos que no se manifiestan en redes sociales sino en la calle, marcando un camino a seguir para todos aquellos que, con andar quijotesco, aspiran trascender lo cotidiano para empezar el camino de los elegidos.

Hola profesor, háblanos un poco de Paolo antes de Pagliai: el chico florentino, después adolescente y finalmente adulto

Nazco en Florencia de una familia orgullosamente obrera, moderada y honesta, con papá sindicalista de la CISL y una mamá catequista. Soy universitario y activista del movimiento estudiantil de La Pantera a finales de los ‘80. Años en que me meto de lleno a la política: para mí, como para toda nuestra generación, la política siempre fue un asunto serio. Estudio pedagogía y, mientras, conozco a mi esposa, Tere. Una mexicana valiente que marcará mi vida. Una noche calurosa de mayo del ’93 mi vida cambia: el 27 de mayo, a la una de la mañana, una bomba explota en el centro de Florencia. Casi destruye mi casa, deja mi hermana prácticamente sin poder caminar y mata a cinco personas que yo conocía. Es una bomba también para mi conciencia civil, cuyo impacto sigue marcando mi camino.

Teatro En Florencia
Compañía de “Teatro di Castello” en Florencia 1995. Foto de Paolo Pagliai

En el ’95 llego por primera vez a México para conocer a la familia de Tere, pero mi vida sigue unos años más en Italia. Soy director de un teatro, “Il Castello”, dirijo y escribo obras. Para vivir, trabajo como psicopedagogo, entro en contacto con la enfermedad mental, una experiencia impactante para mi. Regreso definitivamente a México en 1998, greñudo, con mi guitarra y mis sueños.

Tu historia es muy larga. Profesor, periodista, autor teatral, escritor, conferencista y mucho más. Sin embargo, todos tus actos son como afluentes de un mismo río: una constante, noble, defensa de los derechos humanos y de la paz. ¿Qué es, después de casi 30 años, lo que te sigue motivando?

Somos el producto de muchas cosas. Yo de niño, y por muchos años, fui scout. Ahí aprendí los valores del antifascismo y que “hay que dejar el mundo mejor de cómo lo encontramos” (Baden Powell). Llegando a México empecé mi trabajo. Soy un “pedagogo sui generis”, porque siempre me enfoqué en la inclusión, la justicia, la igualdad, y este País nos alimenta cotidianamente con nuevos retos. Continuo porque sigo pensando que cada persona tiene el deber de dejar el mondo mejor de como lo encontró.

Eres exitoso director de carrera de “Derechos Humanos y gestión de la paz”. ¿Por qué pensaste que una carrera como esta iba a tener éxito, o por lo menos un impacto importante con muchachos de 18 años?

Llego al Claustro de sor Juana de la Ibero en el 2007. Confieso que nunca había oído hablar de ella, sin embargo quise, por decencia y educación, ir a verla. En cuanto entré me cautivó el lugar, la ubicación, las instalaciones, pero sobre todo una respuesta de la rectora. Cuando le pregunté “para que me quieren a mi” ella me contestó “para hacer lo que quieras”. Lo primero que propuse fue una carrera de “Derechos humanos y gestión de la paz”, porque en todo el mundo solo son materia de posgrado de abogados.

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Paolo durante la época de los scouts. Foto de Paolo Pagliai

Después de 11 años sigue siendo una carrera muy exitosa, en su mayoría alumnas muy especiales, que llegan con una fuerte motivación: quieren cambiar el mundo. La mujeres sienten más el tema de los derechos sobre su propia piel, siendo víctimas de injusticias desde antes de nacer. Son mujeres rudas: mis alumnas siempre dicen “desde el momento que no puedo ir sola al oxxo, no hay paz”. En esa frase tan sencilla se encierra todo el sentido de esta carrera.

Sé que eres un gran amante de la música. Dame las 5 canciones de Paolo Pagliai para el fin del mundo. Una reducida playlist de música que, para ti, deberían de sobrevivir a una apocalipsis…

La verdad a mis cantautores les digo siempre mis “poetas equivocados” porque los considero artistas que marcaron mucho en mi vida. La primera canción es una que Fabrizio de Andrè escribió con Francesco de Gregori, “Le storie di ieri”. No puede faltar una de las muchísimas de Francesco Guccini, “100, Pennsylvania Ave”, no tan famosa pero importante porque trata de la coherencia de las personas.

Conferencia Magistral A La Comision De Derechos Humanos De La Cdmx
Conferencia Magistral a la Comisión de Derechos Humanos de la CDMX. Foto de Paolo Pagliai

Después seguramente “La Storia” di Francesco de Gregori, una de Ivano Fossati, de mis autores favoritos en absoluto, “Passalento” y la última de Giorgio Gaber, “Un’idea”, también sobre la coherencia. Les digo a mis hijos y a mis alumnos todo el tiempo: “la coherencia es todo”, si no haces lo que dices no sirves para nada.

A propósito de Italia y de cultura: eres fundador del “Centro de estudios sobre la Paz y la Memoria Pier Paolo Pasolini”. ¿Qué lugar ocupa, para ti, Pasolini en la historia y la cultura de nuestro País?

Pasolini pertenece a un grupo de intelectuales italianos e italianas, como Umberto Eco, Dario Fo, Vincenzo Cerami, Alda Merini, Primo Levi. Ellos son fundamentales para comprender nuestro siglo XX. Pasolini tiene algo importante: la coherencia, otra vez. Un hombre que jamás abdicó a sus propias ideas, que siempre ha tenido una postura muy neta respeto a la justicia. Recuerdo, por ejemplo, la famosa y polémica carta a los estudiantes de arquitectura de Valle Giulia en 1968, cuando dice algo tan impopular cuanto coherente: ”Ayer, cuando luchaban en contra de los policías, yo le iba a los policías. Ellos son hijos de proletarios y ustedes hijos de papá”. Un hombre libre como pocos.

En el pasado has sido muy activo como miembro de la comunidad italiana; profesor en la Dante Alighieri, subdirector de una reconocida revista, presidente del Comites, il “Comitato degli Italiani all’Estero“. Después parece, desde afuera, que te hayas tomado “una pausa”, ¿hay alguna razón en especial o sólo es una “evolución natural”?

Ninguna razón especial, quizás hoy nada más profeso en formas diferentes mi ser italiano. En los diez años de nuestro Comites lo dimos todo. No fuimos el comites de grandes ceremonias y de ordinaria administración, sino de duro trabajo, con poco presupuesto y muchas ideas. Fueron años muy intensos en los cuales le quitamos mucho a nuestras familias. Pensamos, después de tanto tiempo, que era el momento de descansar. Sigo escribiendo libros en italiano, aún si confieso que para mi es “natural” escribir también en español. Sin embargo, sigo con mi italianidad bien puesta. Mi contribución a la comunidad se refleja organizando, por ejemplo, convenios con jueces antimafia italianos.

Paolo Senado De La Republica
Paolo en su discurso al Senado de la República. Foto de Paolo Pagliai

Mis héroes ahora son Gino Strada, Falcone, Borsellino, Don Diana. Héroes porque Italia, para mi, es el País de la “antimafia”. Te aseguro que, en ese sentido, hay muchos italianos e italianas en México que para mi son héroes. Un nombre sobre todos: Luciano Valentinotti.

La Larga Noche De Ciudad Juarez Luciano Valentinotti
“La larga noche de Ciudad Juarez” de Luciano Valentinotti. Foto de Paolo Pagliai

El gran Luciano, que nos ha dejado hace un año, fue como un padre para mi. Hombre con una historia increíble, partesano, único artista italiano que exhibe un mural en el Congreso de la Nación, “La larga noche de Ciudad Juárez”. Un ejemplo de vida importante para mi, para los italianos en México y para todos.
La entrevista a Paolo Pagliai termina. Nos damos cita al Cocoliche para escuchar buena música italiana. “No quiero resignarme a ser malo, (…) Debe haber, lo sé, en la tierra o en el cielo un lugar donde no sufriremos y todo saldrá bien“(“Cyrano”, F. Guccini). Los poetas equivocados, afortunadamente, ahí siguen.

Foto de carátula de Paolo Pagliai

Paolo Pagliai: Los derechos de un poeta equivocado ultima modifica: 2021-09-06T10:02:41-05:00 da Antonio Mariniello

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Yadira
Yadira
2 anni fa

Sin duda un ser humano extraordinario, escuchar sus lecciones de vida (otros las llamarian clases) te lleva a lugares y momentos de una manera profunda. La historia la escriben quienes la viven pero también aquellos que la hacen propia y la transmiten. Para algunos Paolo es nuestro héroe de las letras libres!!!

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