Para Luis Gerardo Reyes la música siempre ha ido acompañada de una extraña fascinación cautivante. Motivado por esa sensación, un día decidió tomarla de la mano y empezar a caminar con ella. Cuando esto ocurrió, supo que nunca más podría soltarla.
Durante su infancia, se maravillaba escuchando los acetatos de sus padres, de artistas como: The Beatles, The Doors o Elvis Presley. Poco tiempo después, gracias a un amigo de la familia, tocó por primera vez una guitarra. Y entonces ocurrió: una especie de sortilegio se apoderó de él. Aquellos que pudieron estar en ese acontecimiento no sabían que estaban viendo a Luis acercarse a su pasión más grande.
¿Quién es Luis Gerardo Reyes?
Luis Gerardo Reyes es un músico y comunicólogo mexicano egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Ha sido parte de bandas emblemáticas que han marcado el rumbo de la música en México y a nivel internacional. Dentro de sus profesores se encuentran Alejandro Otaola, compositor y guitarrista de Santa Sabina y Mao Mayen, guitarrista de la agrupación Trolebús.
Luis ha desarrollado sus habilidades musicales y sus conocimientos como comunicólogo de manera conjunta en los últimos años. Actualmente, además de estar enfocado en su esbozo como solista, es productor de música independiente, participa en proyectos de improvisación musical y transmite sus conocimientos musicales por medio de la docencia enseñando: solfeo, armonía, técnica y ensamble.
Luis Reyes y su trayectoria en la música
Conocí a Luis cuando tenía apenas 15 años. Éramos muy jóvenes y nuestros ojos brillaban con tanta luz que se alcanzaba a ver el resplandor desde lejos. Era ese brillo que refleja las ganas inmensas de dar la vuelta al mundo en un solo día. Y así lo hicimos: yo opté por escribir, y Luis decidió hacer música.
En aquellos años, una cresta gigantesca de graffiti, skate, hip hop y ska inundó las preparatorias y calles que alojaban a tantos jóvenes. El rock en México tomaba un papel protagónico en la historia de la música. En este escenario, Jonathan “El Chato” invitó a Luis a participar en La Cizaña, con la intención de componer sus propias canciones y hacer lo que tanto les hacía felices.
Para ese momento, Luis ya tenía canciones propias y no dudó en unirse a la Cizaña como guitarrista. Así empezó su trayectoria en agrupaciones. Como una ola imponente que trae de pronto la marea, la fama de la Cizaña comenzó a extenderse entre la multitud. De recitales en fiestas privadas, pasaron a compartir los escenarios con bandas como: Maldita Vecindad, Santa Sabina, La Cuca, en lugares como el Zócalo Capitalino. Logrando así que miles bailaran al son que ellos tocaban.
Lo que ocurrió después
Cuando Luis abandonó la agrupación, se integró a la banda Front Line Guerrilla Sonora. Tocando hip hop con ellos, Luis se presentó en festivales como el Vive Latino, incluso, realizó dos giras por Alemania en eventos del mismo talle. La experiencia musical y la exposición a lo nuevo, le hizo saber que aquello que hacía tenía un valor artístico y era apreciado por su público. Ya no hubo marcha atrás.
Luis Gerardo Reyes también transitó por las filas de los integrantes de la banda Salón Victoria, dentro de sus actividades se encontró la de producción de cuerdas. Con ellos se presentó también en el Vive Latino y participó en algunos eventos a lo largo del país. Una experiencia sin duda increíblemente enriquecedora en su carrera como músico.
Luis Gerardo Reyes: la marca de una generación
Incontables personas crecieron escuchando la música que Luis interpretó. Ha sido satisfactorio saber que sus letras fueron la voz de un cúmulo de jóvenes anhelando decir algo. De aquellos que se enamoraron o tuvieron camaraderías entrañables y no pudieron expresarlo. Otros tantos bailaron y saltaron al compás de la música que interpretaba. Se desfogaron cantando a todo pulmón. Encontraron un refugio; un desahogo después de una larga rutina en el trabajo o escuela. Luis fue su portavoz.
Él, mientras tanto, se sorprendió sumergido en un remolino cuya fuerza lo remolcó hacia el centro. En la profundidad del remolino estaba la música. Es así como, sin planearlo, todos los caminos que tomó desembocaron en una dirección. El curso de su rumbo, una y otra vez, igual al cauce de río, convergía en un ambiente iluminado por el sonido de sus cuerdas acompañado por los destellos de la armonía de otros instrumentos.
Buenos tiempos
Antes de abandonar el proyecto de La Cizaña, Luis compuso algunas canciones que no habían sido difundidas entre sus seguidores. En esta nueva etapa, ha decidido interpretar y grabarlas como solista. Estas canciones que se habían quedado atrapadas a lo largo de los años ahora podrás escucharlas por medio de plataformas digitales. Con ello se termina su trayectoria musical en agrupaciones y comienza la excitante travesía de su proyecto como solista.
Buenos tiempos es una canción que forma parte del set de este lanzamiento. Sin duda, escucharla evoca la nostalgia que hace referencia al título. Es el ícono de su trayectoria musical y parte de su historia personal transformada en canción. Es una forma de cerrar una puerta para abrir otra que, seguramente, traerá consigo la posibilidad de vivir nuevas experiencias y lances acompañados de ritmos y letras que serán el fruto de la madurez que ha traído los años.
Las canciones que podrás consultar aquí, son el resultado final de concebir los errores de los grandes músicos. Es abrazar esos errores y aceptarlos para seguir creando. Porque a veces, como me lo dijo Luis: “…dentro del error se encuentra la magia y la posibilidad de embellecer algo que ya de por si es hermoso”. Entender que dentro del error hay una parte estética, genera la posibilidad de seguir imaginando y produciendo arte. Para conocer más sobre su trabajo contactarlo puedes dirigirte a su cuenta de Instagram.
Viajar ligero
“Hay a quienes les gusta escuchar sonidos muy procesados. A mí sólo me gusta tener una guitarra, un cable y un amplificador”. Hace varios días que las palabras: “Viajar ligero” me están estallando en la cabeza. Las he llevado a todos lados conmigo, incluso, hasta me atreví a citarlas en un par charlas. Me las ha dicho Luis.
Esto me ha llevado a pensar que para seguir haciendo lo que tanto nos apasiona, no se necesita más que la fascinación y el deseo de disfrutar cada día del camino para logarlo; así, sin pensar en el destino final. Sólo viviendo. Abriendo los ojos ante los encantos de la cotidianeidad.
Sin dejar de lado lo importante
Que este viaje ligero se empape de intentos, y que nunca dejemos de abrir los brazos para recibir los obsequios que la vida trae para nosotros. Disfrutar de la compañía de aquellos que amamos, seguir creando y aprendiendo, no dejar que las cosas importantes pasen a segundo plano; todo esto lo escuché de Luis en este reencuentro. Y estoy convencida de que aquello que vendrá de Luis para su público; el regalo que tiene para nosotros, estará empapado de todos estos conceptos que hacen que la vida tenga un sentido y resulte maravillosa. Gracias Luis, por esta charla, y gracias también por dejarme contar parte de tu historia y hacerme recordar los Buenos Tiempos.
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