Dentro de todos los espectaculares monumentos que alberga la Ciudad de México, existe uno que vincula esta extraordinaria metrópoli con el arte renacentista. Se trata de una réplica de El David de Miguel Ángel. Está ubicada en la plaza Río de Janeiro, justo en el corazón de la Colonia Roma; uno de los parques más importantes en la zona. Este espacio está dedicado al esparcimiento público por medio de distintas actividades de índole cultural y recreativo.
La plaza Río de Janeiro y sus alrededores
La plaza Río de Janeiro forma parte del corredor Roma-Condesa. Estas dos colonias incitan a ser recorridas a pie por su peculiar belleza. Conformada por una vegetación variada, el parque está rodeado por múltiples restaurantes que invitan al que transita a recorrer sus cercanías sin prisas y a olvidarse del caos citadino.
Muy cerca de la plaza podrás encontrar diversas cafeterías que incluyen una exquisita barra de postres. Si deseas liberarte de la rutina y el estrés citadino, este es un espacio es ideal para pasar una tarde caminando mientras disfrutas de una bebida, o sentado en sus alrededores. Una vez ahí, es imposible no mirar la portentosa réplica salpicada por el agua de una alegre fuente que la circunda. Te invitamos a conocer un poco más de su historia a través de esta nota.
¿Quién fue David?
Había una vez un pequeño pastor llamado David, quien con su valentía y perspicacia logró vencer al poderoso y fuerte Goliat. Basado en este relato bíblico, el talentoso y afamado artista del Renacimiento Miguel Ángel Buonarroti cinceló de manera majestuosa El David. Se trata de una de las joyas más admiradas por turistas que convergen en Florencia.
La estatua se esculpió en el siglo XVI, fue encargada para decorar el exterior de la Catedral de Santa Maria del Fiore.
¿Cómo se construyó el David original?
El Renacimiento fue un período de una gran producción artística, principalmente en Italia. Fue a la sazón que el David se construyó a partir de un bloque de mármol de 5.50 metros, con el que otros escultores habían intentado trabajar sin éxito alguno. En 1501, Miguel Ángel tomó el bloque entre sus manos y, con ayuda de su cincel, liberó a la figura que yacía en el interior de la piedra. La escultura de 5 metros de altura supera las cinco toneladas.
Actualmente, se encuentra bajo el resguardo de la Galería de la Academia de Florencia. La figura expuesta en la Piazza della Signoria es una copia del original. Es inevitable hablar del dramatismo que proyecta la obra a través de sus ojos y expresión del rostro. Sus características marcas de los tendones y la tensión en el cuerpo son dos elementos típicos del Renacimiento que proyectan una veracidad incuestionable.
Sobran razones para decir que tener la oportunidad de ver El David en vivo es una experiencia incomparable. Sin embargo, conocerlo no es una tarea sencilla para todos; ya que, además de viajar al continente europeo, debido a la gran cantidad de visitantes, también es necesario reservar con anticipación la entrada al museo. Afortunadamente, hoy podemos disfrutar de las réplicas de obras de arte cercanas a nosotros. México es uno de los países afortunados en contar con una de esta importante escultura.
El David en México
Ahora bien, ¿cómo llegó la pieza a México?, a decir verdad, se desconocen los detalles sobre el arribo de la escultura a la plaza. La figura de bronce se colocó en 1976 como parte de una remodelación en la Ciudad de México. Se presume fue realizada por el arquitecto Joaquín Álvarez Ordoñez. Su acomodo resultó ser una extraordinaria idea, pues agració a la plaza con un tinte europeo que los visitantes actualmente disfrutan.
Un paseo imperdible
Te invitamos a tomar asiento alrededor de la estatua para admirar la majestuosidad y refrescarte con la brisa que esparce la fuente. De día o de noche, siempre será un momento ideal para tomarle una foto a la preciada figura. Y, de este modo presumir un poco de la presencia de la cultura italiana en esta gran ciudad. Si lo que deseas es pasear dentro de esta urbe: ¡ven y admira la escultura del David en la Colonia Roma!
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